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No es que las palabras se amontonen 
a la puerta de mis dedos,
es que mis dedos se han vuelto boca que te besan en el aire
que trae en el viento las caricias que te deseo.

No es exacto que el espacio nos separa, tan sólo el medido en pasos puede pretender ese poder, 
es más, 
cada vez que nos pensamos el universo se pliega en el lugar preciso de nuestro anhelado beso 
para que nos encontremos, 
estemos donde estemos.

Esta noche tu piel y la mía perlan 
la sal del templo de nuestro mar, 
siempre oleaje de fuerte ternura y dulce potencia, 
la vela tendida del barco en mástil brillante 
de tanto anhelo, de tanto deseo, de tanto beso 
por fin compartido en un solo sonido, nuestro y profundo, 
irisada entrega abisal donde 
mora toda belleza.

Cierra los ojos y respira ese punto de profundidad. Leer el texto en una publicación de una de las escritoras que sigue en Caralibro, le ha despertado un sentir casi indescriptible. Wow, piensa, me encantaría regalarle un poema el día de San Valentín a N. Al fin y al cabo es una fiesta comercial, nunca lo hemos celebrado pero 
¿hay algo más amoroso que sorprender?

Posa de nuevo su mirada sobre la pantalla:

“Si quieres que escriba un poema de amor o palabras altas en calores para la persona a la que amas, contáctame por email y me pongo versos a la obra:
info@charlainemira.com”

A veces, la realidad supera la ficción. 

#mujerdepalabra

Arte: Eugenia Loli