[Flor de viento]

Vino un día la luz en forma de pluma sobre papel ocre plegado y guardado en libro de páginas acariciadas tiempo largo. 

“Besaré todos tus recuerdos uno a uno,
hasta que de tanto amarlos se vuelen alegres por la ventana,
no por anhelo de recortar tu memoria, 
de las manos que antes que yo ya acariciaron tu mirada, 
sino para dejar sitio para los nuestros.

Soplaré entonces diente de león, salvia, palo santo y mirra en cada esquina para que se expanda de lo viejo la belleza sin densidad,
en el mundo que se abre antena, visión, en ese espacio pequeño que soñasteis eterno 
y que ahora habitamos nosotros, 
en lugar de vosotros.

Confieso: tuve miedo de presencia ajena, mas honro que pudieras sentirte amado mientras yo llegaba para cubrir con mis alas todos los polvos de estrella. Ellas, todas, también hermanas, ellas, también se buscan, ella también te encontraron un día y ahora soy yo quien está.

Abrazo la imagen que fuisteis y permito que cada luz encuentre su fluir. El mío siempre será amar y en ello no suspira poseer. Libero mis miedos, abrazo el sentir. Te quiero libre y si puede ser junto a mí, tejiendo vivo el horizonte nuestro.”

Objeto fuera del tiempo, limpia las memorias de todos los paralelos. Geometría del viento que todo lo lleva, secretos sagrados de sus velas en afecto, sopla generoso. En imágenes creamos, recreemos lo vivo. 

Amando es y será el camino. 

#mujerdepalabra

Arte: Katrien De Blauwer