«Hâte-toi de transmettre
Ta part de merveilleux de rébellion de bienfaisance
Effectivement tu es en retard sur la vie
La vie inexprimable.»
¿Puede la vida definir la vida?
¿Puede el silencio suspirar la esencia?
¿Puede el inefable paso de la savia reconocerse a sí mismo ?
Estaba sentada frente al oleaje solemne
, frente al son del ton que con son es
Me gustaría poder caminar de puntillas
observando sin molestar a las hierbas que duermen
, sintió latir en su pecho un fuego azul de perlas de ozono
Y su candor de nácar enamoró a la mar en llamas
que le respondió:
Las nueces se trenzan en la nueva luna
forjarás tu renovada melena de las cenizas de amapola
y de tu nuevo movimiento interno el mundo se presentará
a tus pies, no por hegemonía
sino por simple latir del caminar del mundo a tu vera.
Miró sus manos y en ellas percibió el mapa que divisa todo horizonte
dar se volvió compartir y la vida entonces aceleró sus cimientos
en danza rebeldemente perdurable.
Cita inicial:
«Apresúrate de transmitir
lo que te corresponde de maravilla, de rebelión, de generosidad
Efectivamente llegas tarde a la vida
La vida inefable»
René Char – En trente-trois morceaux
Arte: Helen Becker
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