«Lo periférico con su dinámica dinamiza a lo puntual. La imagen periférica hacia atrás dinamiza a lo puntual hacia delante y nos toca.» Val del Omar
Todo comenzó desnudando nueve nueces.
Ahora, la repleta cesta de mimbre expande otro paisaje.
El cascador desvía su mirada.
Recuerda que hubo una vez frente a su pecho abierto una piedra que golpeó una, la primera.
Fue en un taco de madera.
La madera siempre abraza a la nuez cuando cae la piedra sobre ella.
Cerca, una cáscara de almendra.
Nacer para nutrir.
Nacer para ser semilla.
Nacer para dar vida en todo caso a la vida que olvida tantas veces que es vida mientras no llega la tierra.
Todo vuelve.
Todo cambia.
“Debe ser muy difícil desnudar una nuez”, dijo.
“Lo imposible se desvanece en la poesía”, respondió.
Todo comenzó desnudando nueve nueces y ahora son tantas en la cesta y ya nadie mira cómo las palabras supieron una vez desnudarse en alma de quién las golpeó.
La madera se ha quedado fría, ella que no lamía el fuego, espera a la siguiente nuez, al siguiente cloc, o a la siguiente almendra.
Matiza en una habitación cerrada el calor del desayuno entre libros compartidos.
Todo comenzó desnudando nueve nueces.
Todo comenzó y quién sabe, tal vez terminó.
Música de fondo: Archie Shepp – Blasé
Collage: Diego Max
(Proyectos en voz que se proyectan en materia de sonido y alas. Sentir, crear, compartir tocando la vida que se expande plena.)
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