las palabras volvieron a quedarse diminutas
estandarte de espera
envueltas en mantos de agua dorada
las manos se juntan buscando con tacto
con vivo
qué fue y ya no hallo
nada de lo que pudo haber sido es hasta que se vuelve
mañana
las entrañas revueltas envueltas en silencio
las patas de la mesa inestables
las plantas amarilleando
serán mero recuerdo
las plumas brotaran del templo renovado
hoy las flores del tiempo miran el mundo desde sus pétalos
algunos se abren a la inmensidad sabiendo
que lo eterno es un instante
que se repite en ser estando
en el candor del terciopelo de la textura de los anhelos
con sed tumbados
con hambre lamidos
los pétalos se visten de verse reflejados
del rocío de cristal donde en bola el mundo se muestra miniatura
los pistilos se rozan
cantan su luz desde dentro sienten su vivir en conjunto
saben de su muerte prematura y exponen su ternura
sin temor a volver a la tierra
ayer las montañas eran de otros
las cuestiones meras
marcando las horas de la piel del paso
en el corazón expuesto y llameando el encuentro
fuera del reloj de arena todo es tan inmenso
ser principio en estar sin fin
esfera de agua de la fuente eterna eje
flexible sobre una base sólida que gira y gira
y permite a la vida participar en toda su magnitud
siendo sensible de lo importante en luz
la belleza no contrae la belleza es apertura
nace con ella la plenitud del sentido en valor expuesta.
#mujerdepalabra
Arte: Mayuko Fujino
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